La Biblia dice que Jesús no vino para ser servido, sino para servir.
Una señal de crecimiento espiritual saludable es el deseo de servir al Señor sirviendo a los demás. Cuando bendices a otros, a menudo eso resulta en una bendición espiritual para ti. Entre otras bendiciones se encuentran:
Descubres tus dones espirituales (1 Corintios 12).
Experimentas la mano de Dios fortaleciendo tus esfuerzos (Juan 2).
Obtienes gozo y paz al ser obediente a la dirección del Señor (1 Pedro 4:10–11).
Te vuelves más como Jesús (Mateo 25:40).
Ayudas a los demás y creces personalmente (Hebreos 10:25–25).
Tu fe aumenta (Efesios 3:20).
Da tu tiempo y talento para servir con la familia Cosecha.
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